domingo, 21 de noviembre de 2010

Eres quien eres


Toda la vida luchas por encajar, por llevarte bien con tus compañeros en todas partes, por meterte en un pantalón o por sonreír hora tras hora en cualquier circunstancia; no lo hagas.

Encajar no es la única forma de ser feliz, y el hecho de intentar hacerlo no va a hacerte más o menos feliz.
Puedes encajar en cientos, qué digo cientos, en miles de sitios diferentes a la vez, pero no depende de ti.
En cierto modo, depende de los prejuicios de la gente. Es inevitable usar el sentido común (o eso supongo), y éste está lleno de prejuicios, pero no siempre vamos a usarlo como único saber, ¿o no? Después de utilizar el sentido común, vamos más lejos todavía, y los prejuicios deberían desaparecer para dejar paso a nuestras propias críticas, forjadas no solo a base de prejuicios, sino de experiencias personales, inteligencia...

Tú no eres culpable de cómo te miran los demás, de cómo actúan contigo, si tú no has hecho nada para provocar una situación así, así que deja que fluya el río.
Lo importante es tu felicidad, que vivas tu vida de forma en que puedas valerte por ti misma para hacerte feliz (aunque puedas necesitar de otras cosas), porque podrás perseguir un sueño, que será el tuyo y no el de aquellos que quieren cambiarte.

Si tuvieras que elegir una profesión, ¿cuál sería?
Si te dieran a elegir una persona con la que pasar el resto de tu vida, ¿cuál sería su personalidad?
Si consiguieras un premio de 2000 euros para gastar en ropa, ¿qué te comprarías?
Si pudieras decir todo aquello que opinas sobre quienes intentan cambiarte, ¿qué les dirías?
Responde, respóndete a ti mismo, y hazlo con sinceridad.
Eres el rey de tu propio mundo, y lo construyes como a ti te gusta.
Pongamos un ejemplo: imagina que tienes un país entero y que lo lideras de la mejor manera posible. Un día, llega un diputado de la oposición y te dice que bajes los salarios de tus ciudadanos un 80% porque a él no le gustan los actuales. Sin embargo, tú sabes que el bienestar de tu país solo se logrará si mantienes los salarios como hasta ahora, porque puedes permitírtelo. Tienes dos opciones: a) seguir como hasta ahora y mantener la felicidad de tu país b) hacer caso al diputado de la oposición, hacerle feliz aunque él solo busque hundirte y sufrir.

Ese país eres tú. ¿Estás dispuesto a que venga cualquier estúpido a decirte cómo tienes que ser, aunque no tenga ni idea de quién eres?
No cuentan, ese tipo de gente no cuenta nada, porque siempre habrá alguien que te quiera por como seas, ya que eres único y maravilloso.
Sé como quieras ser, plántate una margarita en el flequillo y juega con las barbies hasta que tu madre te tenga que arropar en el suelo.


-Pequeña, eres jodidamente increíble, y si hay quien no lo ve, es porque es ciego. Te quiero muchísimo :)-

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