lunes, 10 de enero de 2011

¿Quién soy?


Normalmente la gente cree conocerme cuando, en realidad, no saben nada de mí.
Esta va a ser una entrada muy personal y abierta a remodelaciones, a ser extendida o bien todo lo contrario, así como puedo añadir otras parecidas que, aunque parezcan tener un hilo conductor entre sí, carecerán de él.

Para llegar a conocerme de verdad hay que sentirme, y no me refiero a sentirme de una manera cercana o considerar que podría llegar a concederte el título de "amistad" o algo parecido, sino en un sentido mucho más profundo.
Soy una persona llena de contradicciones, miedos, inseguridades, cosas que contar y que callar, sueños cumplidos y por cumplir, metas...
Para tener unos escasos 16 años creo haber vivido bastantes experiencias, algunas buenas y otras no tan buenas, pero no por eso dejan de ser experiencias, y lo cierto es que todas ellas han colaborado a la construcción de una personalidad bastante definida y un carácter fuerte.

Hay quien me considera superficial por el simple hecho de adorar todo aquello que se refiere al maquillaje y la estética en general, pero no lo soy. Lo cierto es que no soy una persona que se cuide demasiado, ni dedico mucho tiempo de mi vida frente a un espejo. Es más, podría decirse que si hay algo de la gente en general que odie es que sean superficiales.
Debajo de veinte capas de ropa, maquillaje o máscaras está nuestro verdadero yo, y siempre terminará saliendo a la luz, porque al carácter natural, aquel que nos diferencia de los demás o de simples marionetas, no le gusta la oscuridad y el anonimato.

Cuando me he referido al hecho de que para conocerme hay que "sentirme", quería dar a entender que quien ha vivido conmigo una experiencia complicada o un simple momento cualquiera y me conoce (o ha conocido), habrá podido notar en mí algo que ni yo misma sé definir, pero que está presente en cada uno de mis movimientos.
Hay quienes solo saben hablar con la boca, moviendo su lengua viperina de un lado a otro, pero sin llegar a decir nada... Para mí eso es simplemente vulgar, por lo que prefiero la comunicación visual, o, en su defecto, me sirve también algo de tacto.
El que me conoce lo sabe, y es cierto que hay quien me conoce solo mediante un ordenador, pero creo que no es complicado sentirme, esté lejos o cerca.

Nadie me conocerá jamás con una palabra ni con una imagen, nadie, porque nada en mí es lo que parece hasta que se llega a ahondar en mi personalidad y... créeme, si es que me lees, que no es algo sencillo.

Como esta entrada está pendiente de ser alargada, aquí lo dejo por hoy.

viernes, 7 de enero de 2011

Egoísmo, egocentrismo. Orgullo.


·La foto no tiene nada que ver con lo que voy a escribir, pero simplemente me encanta·

Desde hace unas semanas me encuentro en un punto de mi vida en el que cuestiono todo lo que he hecho anteriormente, tanto las cosas buenas como las malas.
He llegado a la conclusión de que soy una buena persona, al menos actualmente, pero que hay ciertas cosas que podría mejorar.

He hecho un buen trabajo respecto a mi ego y mi egocentrismo, pero no siempre ha sido así y me gustaría disculparme con todos aquellos a los que mi egoísmo y egocentrismo hayan podido herir en alguna ocasión los dos últimos años.
No tengo la razón en todo, y es algo que me ha costado admitir mucho tiempo, y controlar mis impulsos es complicado, pero creo que estoy aprendiendo a hacerlo.

Me he dado cuenta de que he perdido a algunas personas importantes por culpa de esas dos cosas (las dos primeras citadas en el título) y, sinceramente, ahora me arrepiento bastante.
Sin embargo, no soy capaz de volver atrás en el tiempo y cambiar las cosas, pero tampoco de contactar, pese a tener medios para ello, y pedir perdón. Odio mi orgullo, me causa demasiados problemas.

Todas las personas con las que he tocado este tema (dos o tres, no más, las que mejor me conocen) han llegado a la misma conclusión: el orgullo no lleva a ninguna parte.
Tenéis mucha razón y comparto vuestra opinión, pero creo que el orgullo me va a acompañar durante bastante tiempo.

Para variar, no voy a escribir una parrafada con una reflexión mía, sino que ahí dejo esto, por si algún alma perdida lo lee y se siente aludida, ahí queda una disculpa escrita de corazón, porque, sinceramente, dudo mucho que salga una de mis labios.